Podríamos imaginar nuestra evolución espiritual como el cruce de un puente

1) Al principio estamos al pie del puente (es nuestra vida insatisfactoria actual) y nos hacemos muchas preguntas a las que no encontramos respuestas…

2) Luego decidimos comenzar a caminar en este puente (es nuestra decisión de ir a lo nuevo porque insistente desde lo antiguo)

3) Los comienzos de esta ascensión del puente son bastante agradables… ¡“Ah, finalmente encontramos la solución”! (Yo digo…). Somos felices y felices, tratamos de convencer a todos los que tenemos a nuestro alrededor, que tenemos la solución a todos los problemas…

Llegamos a la mitad del puente, el entusiasmo desaparece gradualmente… Estamos en un momento de dudar, al desaliento, perdimos mucho, tus creencias han cambiado muchas veceds, luego vuelve una gran insatisfacción, incluso más que la del Viejo Mundo (dudas, desalienta, preguntas, lesiones emocionales que vuelven muy fuertemente, impotentes, etc.)

Tenemos un gran vacío bajo nuestros pies, no tenemos ninguna protección, y estamos totalmente entregados a nosotros mismos… Nuestro sufrimiento ha alcanzado tal nivel que nos sentimos perdidos, a veces tenemos la sensación de estar cerca del final de nuestra vida…

Estamos finalmente en contacto con nuestro vacío interior porque hemos eliminado todo lo que lo cubrió cuando estábamos al comienzo del ascenso del puente…

4) Entonces surge la idea de que “tal vez puede ser que no estuviera tan mal antes» y para algunos el reto atrás es bienvenido y quisieran darse la vuelta, aunque insistente, lo encontramos cómodo (al menos por un tiempo.)

5) Para aquellos que han tenido fuerza, determinación y coraje de no volver, (en ocasiones se han enfermado y perdieron muchas fuerzas) la fe en sí mismo les dio las fuerzas necesarias. Continúan avanzando hasta el final del puente (no sin dificultad, sin desaliento, pero van allí…)

6) El final del puente está cerca, están casi en el final del puente y comienzan a sentir los efectos de un nuevo mundo, más brillante y aclarador para muchas dudas, una nueva energía, la viven y se contemplan, es cada vez mayor esa energía y la sienten en el momento presente. Comienzan a sentir la energía en ellos y a su alrededor y no se quieren hacer tantas preguntas, o tanto para buscar respuestas, simplemente viven.

La búsqueda de la alimentación, el dinero y la competencia los deja… Disfrutan de más contacto con su propio cuerpo, realmente sienten su encarnación terrenal y comienzan a degustar la alegría de sentirse vivo, encarnado, separado de los egoties. No buscan ser «felices», sino más bien estar en la paz interior.

7) Finalmente están en el otro lado del puente, ambos pies en el suelo y se han convertido en aquellos que eran Realmente, con este sentimiento permanente de alegría y serenidad.

En ese momento, su conciencia se abre al hecho de que todos están en su camino, que no tiene un camino «superior» a otro, que todo lo que existe esta exactamente en su lugar. El deseo de convencer a quien los deje. Se desnudan a lo largo de la creencia que saben mejor que otros.

Su corazón se abre a toda la creación. Todo se convierte en una fuente de descubrimiento.

No importa si llegan o no a lo que quieren, sin importar si son o no lo que quieren, por de todos modos,

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