▷ Aprendí a ser fuerte cuando me di cuenta de que tenía que defenderme

Aunque parezca difícil, a menudo únicamente tenemos que ocuparnos de nosotros mismos, por lo que debemos aprender a superar la adversidad, a priorizar y a cuidarnos primero. También hay que aprender a ser fuerte y hacerlo. Tienes que entender que somos los únicos responsables de este resultado.

Aprendi a ser fuerte cuando me di cuenta de que tenia que defenderme

Nadie te traerá el aire para respirar, nadie te dará la fuerza para levantarte por la mañana si no te convences de hacerlo.

La fuerza es una combinación de energía, motivación, autoestima y sueño

Estos cuatro pilares pueden estar influenciados principalmente por factores externos, como una relación tóxica, periodos muy largos de estrés o ansiedad, o decepciones diarias que no afrontamos adecuadamente.

Invitamos a todos a reflexionar sobre este tema para aplicar estrategias sencillas que permitan afrontar mejor las complicaciones de la vida.

Cuando ha visto, te pide que seas fuerte

Una frase muy común del famoso Stephen Hawking es que «quejarse es inútil y una pérdida de tiempo». Tenemos derecho a hacerlo, sin duda, pero cuando alguien se encuentra en una situación compleja y difícil, no hay otra opción: somos los únicos que podemos salir de este abismo.

Reconocerlo es difícil, pero necesario. El apoyo de los seres queridos, la familia, los amigos y las instituciones sociales es crucial, pero el paso hacia la mejora y la convicción de que debemos sacar nuestra fuerza de la debilidad es un acto que debe salir de lo más profundo de nuestro corazón.

Nadie elige ser débil. Las circunstancias difíciles surgen para ponernos a prueba. En tiempos de adversidad, a menudo es necesario cambiar nuestro pensamiento y controlar nuestro mundo emocional.

Le sugerimos cómo hacerlo y le animamos a aplicar estrategias sencillas sobre las que pueda reflexionar. Aprende a ser más fuerte si la vida te «desafía».

Cambio de confianza: ser fuerte depende de ti

La persona que quieres puede ayudarte, pero si tus piernas no te sostienen y tu mente te dice que prefieres quedarte en la cama, la ayuda de los demás será inútil.

SER FUERTE depende de ti y para conseguirlo puedes empezar por aplicar sencillos cambios diarios:

Mantener un diálogo interno positivo a diario. Cuando hagas un esfuerzo para comer mejor o hacer alguna actividad física, elimínalo inmediatamente de tu mente: «No es posible», «Hoy no puedo», «No es para mí».

Cambia tu forma de pensar y cambiarás tus emociones. Día tras día, te sentirás más confiado y seguro emocionalmente.

Acepta y comprende que la vida también consiste en soltar y dejarse llevar

Otra idea que se suele relacionar últimamente con el desarrollo personal. Es la necesidad de soltar el apego a las cosas y a las personas. Sin embargo, sabemos que esto no es ni sencillo ni muy realista.

Nos aferramos a las personas que amamos porque así concebimos la felicidad. Dar y recibir es la máxima alegría y por eso es casi imposible no aferrarse a nuestra familia, nuestros hijos y nuestra pareja.

Sin embargo, sería importante entender que la vida no tiene certezas, lo que tenemos hoy puede perderse mañana. Aprender a rendirse, a dejarse llevar, es algo para lo que debemos prepararnos.

La aceptación del dolor, de la separación y de la pérdida es la clave para reajustar nuestra vida: «Acepto que ya no me quieras, me duele, pero sé que tengo que seguir sola, ser fuerte y quererme a mí misma».

Cuida de ti mismo. Y recompensarse a sí mismo

La mejor atención no la ofrecen otros, es la atención que ellos ofrecen. ¿Qué significa eso? Piensa por un momento:

Si decimos que la vida ofrecerá. Nada bueno, que hemos perdido una oportunidad y que el amor, el respeto o la felicidad no aparecerán en nosotros. En la vida, nosotros mismos lo sabemos.

Pero, como solemos decir:

«No hay mayor enemigo que los propios pensamientos».
Cambia tu actitud y cambiarás tu vida. Es tan sencillo como eso. No des prioridad a los demás, ten en cuenta que si no te cuidas a ti mismo, nadie lo hará por ti.

Si no mostramos respeto, rebajamos considerablemente nuestros límites para que otros puedan cruzarlos y disfrutar de ellos. Ahora piense en esta pregunta: ¿cuándo fue la última vez que le dieron la bienvenida o la recompensa?

Para ser fuerte, tienes que darte cuenta de que mereces ser feliz, disfrutar y experimentar emociones positivas

-Desarrollar una conciencia plena con la que ver la esencia de la belleza de su entorno, la luz, los sonidos de la gente riendo, sus rostros amables, la brisa en su pelo….

Date un capricho: una comida, una tarde en la playa o en el bosque, ropa nueva, un corte de pelo diferente, una salida con los amigos…
Los momentos de felicidad nos recuerdan la necesidad de preservar lo que amamos, aquello por lo que tenemos que luchar.