▷ En la noche silenciosa llegó la sabiduría

En la noche silenciosa llego la sabiduria

La verdad llegó como un ladrón en la noche, secreta y silenciosa.

Se puso junto a mi cama y me miró con los ojos de una madre cariñosa.
Luego, parpadeando mis lágrimas, dijo: «He percibido los sollozos de tu mente y he venido a consolarte. Abre tu corazón y me llenaré de luz. Pregúntame el camino de la verdad y te lo diré. «

Y respondí a mi invitado con estas preguntas:

Oh Sabiduría, ¿quién soy y cómo he llegado a este lugar de miedo?

Dígame cuáles son esas esperanzas, esos escritos múltiples y de extraña forma.

¿Qué son estos pensamientos que han cruzado la cúpula de mi conciencia como un vuelo de palomas?
¿Qué es esta poesía de las pasiones, esta prosa de los deseos?
¿Qué es esta mezcla de efectos tristes y reacciones alegres que abraza mi alma y hace sonar mi corazón?

¿A quién pertenecen estos ojos que sondean mis profundidades y huyen de mi dolor?
¿Qué son esas voces y estruendos en la memoria de mis días y a veces melodía en el recuerdo del tiempo de mi infancia?
¿Qué es esta juventud que juega con mis deseos y se ríe de mis sentimientos, despreocupada de los hechos de ayer, feliz con la pequeña vida de hoy y de mañana?

¿Qué es este mundo que me lleva, no sé dónde y humilla como yo a las peores ignominias?
¿Qué es esta tierra con las ansiosas mordazas de capas que la tragan de nuestros cuerpos, queriendo acomodar la codicia?
¿Quién es este hombre que se conforma con el cenit de la fortuna sin casarse con sus abismos y que se atreve a mendigar un beso en la mejilla de la vida mientras su rostro es abofeteado por la muerte?

¿Quién es este hombre que compra un momento de placer contra un año de arrepentimientos y parece soñar cuando los sueños le llaman?
¿Quién es este hombre que lleva las olas de la ignorancia a la oscuridad de las tinieblas?

Oh, sabiduría, dime, ¿qué son todas estas cosas?

Y la sabiduría para responder: «Al hombre le gusta contemplar al hombre. El mundo con los ojos de un dios y, captando los secretos de lo más alto del pensamiento humano; y sólo es puro tonto.

Adéntrate en los campos y observa cómo la abeja vuela sobre las flores y el águila se funde con su presa. Sin embargo, entra en la casa de tu vecino y admira al niño asombrado cuya madre se dedica a los cuidados domésticos.

Haz lo mismo con la abeja y no te arruinarás en vano. Días de primavera para contemplar los pasillos y llegar al Águila. Eres como el niño que se regocija en estas llamas y deja tirada a su madre.

Todo lo que ves es para ti. Estos innumerables libros, estas extrañas imágenes y bellos pensamientos son sólo fantasmas de espíritus que vivieron antes que tú. Estas palabras que te entrelazan son otros tantos hijos de la red que te conecta con los demás. Estos acontecimientos felices o tristes son las semillas sembradas en el pasado en el campo de tu alma para la futura cosecha.

Este joven que hace malabares con sus deseos es ese punto que abrirá la puerta de su corazón. ¿Para que la luz penetre?
¿Es esta tierra de apetito voraz el punto que liberará tu alma de la esclavitud del cuerpo?

¿No avanza este mundo de acuerdo con tu corazón?

¿Y no es tu corazón el universo?

¿No es este hombre al que juzgáis tan mediocre y, si es ignorante, surgido del seno de Dios para enseñaros la felicidad en el dolor. ¿Y adquirir conocimientos en la ignorancia?

Así habló la Sabiduría

Entonces puso su mano en mi frente ardiente y dijo:

«Avanza y te detendrá. En movimiento, va perfectamente. Camina sin temer las espinas ni las piedras afiladas por las que se extiende el camino de la vida, pues únicamente repelen la sangre impura'».

Khalil Gibran Extracto del libro: Visiones del Profeta de Khalil Gibran